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SOLA Y VIEJA

Ya se han ido todos, ya me quedé sola. Sola otra vez. Siempre lo mismo, a la misma hora. A la hora que menos me gusta quedarme sola. No necesito que venga nadie a verme por la mañana. Por la mañana me asomo al balcón y veo a la gente pasar. Por las mañanas riego mis plantas, preparo la comida, recojo la casa. Es por la tarde, cuando ya ha oscurecido, cuando me siento sola ¡Que largas se hacen las tardes en invierno!. La tele me aburre, siempre lo mismo. Gente discutiendo o malas noticias. ¿Es que no pasan cosas buenas en el mundo? ¿Porqué se empeñan en que pensemos que sólo pasan cosas malas? Me gustaría poder ver un día un telediario en el que solo den buenas noticias. Pero no.

¡Ojalá me hubiera gustado leer! Pero nunca tuve tiempo. Dejé el colegio cuando apenas aprendí a leer y escribir para ayudar a mi madre a criar a mis hermanos. Luego me casé y tuve que criar a mis propios hijos. Cuando ya estaban mayores me puse a  cuidar ancianos y cuando mi marido enfermó todos mis cuidados fueron para él. Hasta que murió. No he hecho otra cosa en la vida que cuidar a otros. No se hacer otra cosa. No tuve tiempo de aprender a cuidar de mí misma. Y ya es tarde.

Tengo 87 años y no se cuidar de mi  misma y tampoco dejo que otros cuiden de mí. No quiero mostrarme vulnerable a los ojos de otros. No quiero que sepan que por las noches me da miedo quedarme sola y que me quedo dormida en el sofá porque pienso que si me acuesto en mi cama no me levantaré mas.

Se que están preocupadas, que hablan entre ellas, que se turnan para venir a verme porque piensan que me siento sola, pero ninguna se queda conmigo por la noche. Bien es verdad que tienen responsabilidades, que trabajan. Pero son cuatro. Sólo con que se queden  una vez a la semana sería una vez al mes cada una. No creo que pida mucho. Dicen que tengo una depresión. Que estoy triste, que me da miedo la muerte. Me tomo una pastilla para dormir y una para despertar. Una para no pensar y otra para poder pensar. Cuando pienso demasiado me sube la tensión. Cuando no pienso me parece que soy joven, que puedo hacer lo que siempre hacía y me subo a la escalera y le quito el polvo a las lámparas, me agacho y barro debajo de la cama. Voy al mercado y vengo cargada de bolsas. Y es cuando me siento cuando me doy cuenta de que no soy joven, de que ya casi no soy. Me siento y me quedo dormida por el agotamiento. Me despierto en el sillón con la tele puesta y no se donde estoy, no se quién soy. Tardo unos minutos en reaccionar hasta que entiendo que esta es mi casa, la casa en la que he vivido desde que me casé, la casa en la que tuve a mis cuatro hijas. Veo mis fotos , mis recuerdos y ya se donde estoy y entonces me pongo triste, porque la realidad que tengo no es muy alentadora. Y pienso en los que ya no están y me doy cuenta de que somos pocos los que quedamos. Nacemos con una enfermedad crónica que se llama muerte, una enfermedad cuyos efectos en el mejor de los casos es el envejecimiento.

MI HADA MADRINA

Uno de los primeros recuerdos que tengo de Tía Pili, es de cuando yo tenía cuatro años.

Acababa de nacer Macarena en La Cruz Roja.

Ella vino a casa a recogernos a Gonzalo y a mí para que fuéramos a conocer a la recién nacida.

Uno de los últimos, la noche que pasé en el Hospital, a su lado, acompañándola en su dolor, abanicándola, preguntándole cada vez que el dolor no le daba tregua, si había algo que pudiera hacer, y ella , lo único que decía cuando podía, era: “vaya nochecita que te estoy dando”.

Hasta en los momentos más difíciles pensaba en los demás.

Tengo la suerte de ser su ahijado, y digo suerte porque nunca mis padres pudieron pensar en el regalo que me hacían ofreciéndoles a ella dicho papel. O quizás sí.

Tía Pili fue mi madrina, pero no una madrina al uso, fue un “Hada Madrina”.

Su sonrisa mágica nos envolvía a todos en cada momento. Nunca la vi triste, siempre se reía, te contaba chistes, se ponía a tu altura. Era natural, sin artificios. Si tenía que reñirte te reñía , si tenía que decirte que te quería , te lo decía.

Fue mi Tía, mi Madrina, pero por encima de todo, fue mi amiga.

Estuvo siempre en los momentos importantes de mi vida y siempre me preguntaba que tal me iba. Vino a verme, por muy lejos que me fuera, y nunca, la distancia, fue un impedimento para no sentirla cerca.

Tía Pili era tan alegre que el día de mi comunión me regaló una guitarra española, aunque estoy seguro que su primera intención habrían sido unas castañuelas.

Cuando estuve enfermo estuvo a mi lado. Me visitó, me llamó, y se preocupó. Siempre peguntaba por mí.

No hubo un cumpleaños o un santo en el que no me felicitara y que esa felicitación no viniera acompañada de un regalo.

En navidad fue Papá Noel y en Reyes se multiplicaba por tres.

Los días del verano que pasé en Chipiona los guardo como un tesoro. Esas charlas, esas risas, esos juegos, esas comidas.

Conoció a mis amigos y ellos la llamaron Tía Pili también.

Cuando fui creciendo seguíamos viéndonos. Quedábamos de vez en cuando para comer cuando yo estaba en Jerez, solos o acompañados de mamá, Siempre había algo que celebrar.

El día que me dieron la beca para irme a estudiar Teatro a Nueva York, me regaló un cheque que aumentó el valor de la beca considerablemente y me dijo: “Utiliza este dinero en lo que necesites, ya eres mayor y ha llegado el momento de que tomes tus propias decisiones. Se que lo usarás adecuadamente.”

Yo tenía 21 años.

Hace no mucho, entre risas, hablando de todo un poco,  le confesé que parte de ese dinero lo utilicé para operarme la nariz, y que por tanto, cada vez que me miraba en el espejo, me acordaba de ella.

Se rió y me dijo: “La madre que te parió”

Esa noche le mandé un whatsapp diciéndole: “Nunca pude haber tenido una madrina mejor que tú. Te quiero.”

Ella me contestó con otro mensaje diciendo: “Eres el mejor ahijado que he podido tener y no solo te quiero mucho, sino que estoy muy orgullosa de ti”.

Si hay una sola cosa que lamento de no haberme casado, es por no haberle podido pedir a ella que fuera mi madrina, porque si me hubiera casado, habría sido ella la que me habría acompañado al altar. Así lo pensé siempre y así se lo hice saber a mamá. Supongo que a mi madre le dio igual porque conociéndome sabía que nunca me iba a casar.

Tía Pili no nos ha abandonado, ha abandonado el dolor.

La bellota más alegre de la Encina se ha caído del árbol; ha vuelto a la tierra donde pronto florecerá y se convertirá en una encina milenaria que esparcirá sus bellotas alegres al mundo.

Gracias Tía Pili por todos esos momentos que compartimos, y que harán que siempre te mantenga viva en mi memoria.

Álvaro.

DISCURSO DE NAVIDAD 2018

Esta es la época del año que elegimos para hermanarnos, para reunirnos, para echar de menos a los que ya no están y dar la bienvenida a los que acaban de llegar.

Es el momento que dejamos abrir la puerta que mantenemos cerrada durante todo el año pero que mágicamente se abre en estos días. La puerta de las emociones, de la nostalgia, del amor y la felicidad. En estos días aprovechamos para querernos un poco mas, para echar de menos a los que ya no están, para compartir con nostalgia todos esos momentos vividos alrededor de una cena familiar o de una reunión de amigos, de un árbol y quizás de unos regalos que esperamos con la mayor de las  ilusiones.

Es Navidad. Es el momento en el que volvemos a ser niños y con la inocencia del niño deseamos que todo el año sea navidad.

Tomaros un minuto, cerrad los ojos, y traed a vuestra memoria el recuerdo de los que no están, de los que están, pero lejos, de los que estando cerca no vemos. Cerrad los ojos y juntar en una misma mesa a todos aquellos que os gustaría que compartieran esta noche la cena de Nochebuena y disfrutad, porque no hay mejor regalo que poder soñar e imaginar.

Deseo que esta noche sea el comienzo de unos días de tranquilidad, de armonía de amor y de felicidad. La noche que será la antesala de la Navidad.

Feliz Nochebuena y Feliz Navidad.

Mi deseo para 2019 es que podamos seguir soñando porque solo soñando  seguimos siendo niños.

Las personas no dejan de perseguir sus sueños cuando se hacen mayores. Las personas se hacen mayores cuando dejan de perseguir sus sueños.

FELICES FIESTAS

APRENDIENDO

Estoy aprendiendo a disfrutar del silencio, de no hacer nada o muy poco. Estoy aprendiendo a escuchar, a no juzgar. Estoy aprendiendo a respetar lo que pienso sin tener que justificarlo. Estoy aprendiendo a aceptar el paso del tiempo, a no querer cambiar lo que no me gusta en las personas que me gustan. Estoy aprendiendo a romper el cordón umbilical con la vida porque pienso que si lo consigo será mas fácil aceptar la muerte.

Estoy aprendiendo a disfrutar con lo que escribo sin esperar que a nadie mas le guste. Estoy aprendiendo a que lo verdaderamente importante es estar en el momento presente siendo consciente de ello.

Acepto que los días cada vez se hagan mas cortos. Intento no echar de menos lo que no tengo. No quiero recordar con rencor. Si miro atras quiero hacerlo con una sonrisa de satisfación, no de nostalgia.

Ahora estoy en Kos, una isla muy pequeña del Dodecaneso. En principio estaré aquí hasta marzo.

Intentaré escribir la novela que siempre quise escribir. Se la debo a mi madre.

Me gustaría que el tiempo que tengo la suerte de poder dedicarle, me lleve a un buen Puerto. Aunque lo que realmente me interesa es disfrutar del viaje.

Me apetece tener una casa donde tener mis cosas. Mis libros, mis recuerdos.

He puesto a la venta mi casa de Vejer con la idea de comprar una casa donde pueda vivir durante mucho tiempo. Una casa cómoda, grande, en un lugar tranquilo, cerca del campo y de la playa. Cerca de mis recuerdos.

Cuando la venda empezará la búsqueda del hogar, de ese hogar que me he llevado buscando toda la vida y que aún no encontré.

 

FIN DE UNA ETAPA, PRINCIPIO DE OTRA.

La vida está hecha de etapas. Vamos quemando etapas mediante las vamos viviendo. Al final, supongo, lo que hace tu vida son las diferentes etapas que has vivido.

El 4 de agosto de 2017 puse fin a una etapa, una etapa que comenzó en Buenos Aires a finales del 2003 y que en el 2017, 14 años aproximadamente después, puse fin. 

Llegué a Buenos Aires huyendo de los ecos de una relación que me había sacado de mi centro, de mi vida estructurada, de todo lo que controlaba para dejar paso al descontrol, a ese descontrol que solo las emociones mas profundas son capaces de llevarte.

Buenos Aires se presentaba como el lugar donde olvidar, donde empezar de nuevo, donde desandar lo andado y ponerme de nuevo en un punto de partida, en la casilla de salida. 

La sensación entonces era la que se tiene cuando se juega al parchis y cuando a punto de meter la ultima ficha en tu casilla, viene otra ficha y te come y tienes que volver a empezar.

Esta etapa me ha llevado por derroteros muy diferentes.He viajado mucho mas de lo que viajé en todas las etapas anteriores juntas. Supongo que la solvencia económica, la edad y las ganas, hicieron que esto fuera así.

En este blog hay un reflejo claro de lo que ha sido esa etapa. Aunque lo comence tarde, en el 2008, en él se puede ver los distintos estadíos por los que pasé.

Volvi a Buenos Aires con la intencion de terminar esa etapa, de ponerle fin. Había una necesidad de cerrar el círculo y si bien no sabía cómo sería, lo único que he tenido que hacer es dejar que todo fluya de manera natural.

Cuando decidí volver a Buenos Aires en el 2017, la excusa era poner en pie aquella obra de Teatro que a modo de catarsis, terapia personal, se empezó a fraguar en Mikonos. Hoy se que no tenía nada que ver con llevar al escenario esa obra, esa era la excusa.

Las etapas se cierran cuando uno siente que ya está, que ya aprendió. A mi me ha costado 14 años entender muchas cosas pero no me arrepiento. Siempre he dicho que lo importante no son las metas sino los caminos.

Mi camino se acaba ahora. Me libero de años de ansiedad pensando que mi paso por este mundo tenía que dejar huella. El otro día leí a Javier Marías que hablando de su próxima novela, decía que cuando nacemos inconscientemente tenemos la necesidad de dejar una muestra de nuestro paso por el mundo. Algunos tienen hijos, otros escriben novelas, dejan obras de arte para la posteridad y así su recuerdo nunca muere.

De pequeño siempre pensé que la manera de eternizarnos serria teniendo un hijo. Si morimos nuestros genes seguiran vivos en otros y nuestra semilla habrá creado una cadena infinita que solo se rompería en el momento en el que uno de los herederos geneticos la rompiera. Hoy pienso que eso es una tontería. ¿Quién quiere ser eterno? Me parece presuntuoso pensar que con nuestra obra seguimos vivos. 

La vida tiene un ciclo y hay que aceptarlo, asumirlo y a partir de ahí disfrutarlo.

La mejor manera de dejar huella en este mundo es disfrutar de la vida en cada momento, no padecerla. Creo que es una suerte y un privilegio haber sido tocado por la varita mágica de la vida. Dicen que las posibilidades de que estemos aqui son una entre un trillón, ¿todavía necesitamos mas pruebas de que hemos sido elegidos entre millones para disfrutar de esto?

Yo voy a seguir disfrutando de lo que me quede. Acompañaré al que se vaya antes. Al que no sepa que es un regalo el poder disfrutar de un atardecer en Varanasi o de un amanecer en Vejer.

Lamento aquellos que siempre quieren lo que no tienen y que echan de menos lo que no tienen para no disfrutarlo cuando lo tienen. 

Esto es lo que hay, no hay mas, no es poco, es mucho.

Disfrutemos de cada minuto, de cada momento, de cada conversación y convirtamos en deseo todo aquello que queramos, es la unica manera de conseguirlo.

Se acaba una etapa. Empieza otra. Empieza una etapa de madurez, de tranquilidad y sobre todo de amor, de mucho amor.

25 de JUNIO. CONGRESO DE BUENOS AIRES.

El Congreso de Buenos Aires es un Edificio que podría compararse con el Capitolio en Washington. Preside la Avenida de Mayo y desde él salen todas las manifestaciones, protestas, quilombos varios, que hay en esta ciudad un día sí y otro también.

Si caminas por la Avenida de Mayo desde Congreso llegas hasta la Plaza de Mayo, que es donde se encuentra la Casa Rosada.

Era domingo, 19.30.

Me llamó la atencion que a pesar del calor primaveral, uno de los puntos de encuentros mas concurridos de la ciudad estaba vacío. Bueno, casi vacío.

Al pasar por delante de la puerta, un tipo con aspecto de Turista Accidental me preguntó algo en español con un acento británico que no pude entender así que me paré y le pedí en Inglés que me repitiera.

Cuando uno ha viajado por medio mundo, sólo, sabe lo que significa estar en una ciudad donde no conoces a nadie, nada te es familiar y el idioma te resulta totalmente desconocido. Se crea una especie de hermandad entre los turistas accidentales que hace que en cuanto podemos nos ayudemos los unos a los otros. Es una manera de devolver al universo lo bien que se portó alguno en algún viaje ya pasado.

Me preguntó por avenida Corrientes y yo muy amablemente le dije que iba hacia allá, que me acompañara.

Estabamos a unas cuadras de la misma así que nos dió tiempo a intercambiar varias palabras.

Me enteré que se llamaba Cliff, que estaba dando la vuelta al mundo, que venía de Australia y Nueva Zelanda y que su próximo destino sería Chile.

La conversación era tan interesante que no quería terminarla. Él tampoco.

Le dije si le apetecía tomar una cerveza y me dijo que le encantaría, así que nos fuimos a un bar y nos pusimos a hablar y hablar y hablar. 

Estuvimos cuatro días hablando. Cuatro dias en los que se vino a mi casa, compartimos nuestras vidas, nuestras emociones y sentimientos.

Ayer se fue a Chile.

Dentro de un mes vuelve para estar conmigo una semana. Lo sé porque se ha dejado el pasaporte en casa. Ah, es Británico pero como está en contra del Brexit se ha sacado el pasaporte irlandés. Es medio irlandés.Y el pasaporte que se ha dejado es el Irlandés.

Ah, otra cosa, es escritor y transmite mucha paz. Esa paz que a mi me hacía falta y que estaba esperando que llegara a mi vida desde...siempre.

SE ABRE EL TELÓN.

Ya he empezado con el casting de Terapia para dos. El otro día puse un anuncio en Alternativa Teatral y han mandado muchisimos cv. Buscaba un actor español y sólo apareció uno, Yoska.

Yoska es de Alicante. Llegó a Buenos Aires en el 2004, la primera vez que yo estuve en esta ciudad fue en el 2004.

Yoska vino buscando algo que no encontraba en españa, magia en la profesión. Y la encontró. 

Se quedó, montó una compañia, da clases de interpretación, actúa, escribe y dirige teatro. Casi nada.

Yoska fue el único español que contestó al anuncio. Su respuesta fue corta pero concisa: "¿me puedes hablar un poco mas sobre el proyecto?"

Nos reunimos un sábado en un café y le conté. Le dije que necesitaba que leyese la obra y que si le gustaba, seguiríamos hablando.

La leyó, le gustó y me dijo que le gustaría interpretarla con un actor Argentino con el que había trabajado y que hacía tiempo estaban buscabdo algo para hacer juntos.

Mañana me reuno con el otro actor. Si nos gustamos todos, nos embarcamos en esta aventura.

Si todo va bien empezaremos los ensayos en julio y estrenaremos en octubre.

SE ABRE EL TELÓN.

ABRAZA EL CONTROL, LIBERA LAS EMOCIONES.

Mayo del 2017. Bueno Aires. 

Hoy ha llovido, el otoño se está dejando ver poco a poco, sin prisa. Mañana hará bueno, he leído el parte meteorológico y parece que así serán los próximos siete días.

En España ya disfrutan del calor primaveral.

Si, estoy en Buenos Aires, otra vez. 

Ni Bali, ni Nueva Zelanda, ni Australia.

Un día, mientras ibamos al aeropuerto de Barcelona desde Stiges, Sam me preguntó que si pudiera elegir que sería lo que me gustaría hacer. Yo le dije que me gustaría escribir, producir y dirigir mis propias obras de teatro. Han pasado casi diez años desde entonces y aquí estoy, con TERAPIA PARA DOS, con la intención de montarla en el circuito independiente de Buenos Aires.

Durante mucho tiempo he tenido la sensación de que era demasiado racional, que controlaba demasiado cada una de las situaciones a las que me enfrentaba, que dejaba poco espacio para la improvisación. Eso me ha llevado a estar contínuamente saliendo y entrando de historias con la necesidad de acompañar esa parte tan estructurada de una parte mas emocional, mas sensible, mas artística. He llegado a pensar que buscaba la emoción porque tanto control racional no era bueno y ha sido aquí, ahora, con la distancia que me da la perspectiva de ser mas objetivo, cuando me doy cuenta de que todo lo que tengo se lo debo al control tan férreo que he ejercido siempre sobre mi vida. 

He recorrido medio mundo, he vivido en diferentes paises, he conocido a un sinfín de personas interesantes que han hecho que mi vida haya sido, siga siéndo, mucho mas interesante de lo que nunca imaginé. Me he comprado dos casas en Vejer de la Frontera. Las he reconstruido, decorado, vivido y disfrutado. He trabajado en uno de los clubs mas emblemáticos del mundo. He hecho cine, teatro, televisión. He escrito Teatro, cine y hasta estoy con una novela. He querido huir siempre del control racional que como si de una lacra que me arrastrara a lugares ocultos he intentado taponar inyectando trazos de emoción, y es en el momento que quiero abrazar la emoción cuando mas he fallado, cuando peor me ha ido.

Hoy, aquí y ahora, reconozco ante Dios, el mundo y quién quiera que vaya a leer este artículo de mi blog, que me he eqivocado muchísimo al querer huir del control, ya que el control me lo ha dado todo. Es por eso por lo que abrazo al control, lo acojo, lo recibo, lo enfrento y lo quiero, pero entiendo que lo único que no debo controlar son las emociones, que es lo que inconscientemente he estado haciendo durante todos estos años.

Las emociones hay que vivirlas, esperarlas, sacarlas, disfrutarlas o padecerlas pero nunca controlarlas.

Hoy empieza una etapa en la que Libero a las emociones, las dejo que entren, salgan, se apoderen de mi, me arrastren, me lleven por donde quieran que yo las dejaré hacer sin tener el control sobre ellas. 

Abrazo el control racional sobre mi vida, ese es el que me está llevando a todos los éxitos. A partir de ahora, abrazo el control sobre todo menos sobre las emociones.

Marco Berger en la clase de interpretación me dijo el miercoles que tenía en la cabeza un guionista que me iba diciendo contínuamente cada cosa que tenía que decir adelantandome a la emoción. Me hizo entender que el teatro y el cine , son como la vida misma; dos caras de una misma moneda.

Enseguida vió que no me relajaba y que estaba demasiado tenso, que todo en mí estaba estructurado y premeditado.

Creo que en diez minutos supo analizar algo que yo he estado evitando durante años y que ha sido el gran mal que me ha hecho ejercer un control exagerado sobre mis emociones.

Hoy escribo en el blog después de un año para dejar constancia que ya le he puesto nombre al problema. Ahora solo queda solucionarlo.

LA FELICIDAD ES LA AUSENCIA DE MIEDO

Hoy, 13 de marzo de 2016, retomo el blog después de casi dos años. ¿Qué ha pasado en estos casi dos años? Sería imposible resumir todo pero así a bote pronto puedo decir que por fin he terminado mi casa, las dos, la pequeña y la grande. Ha sido un maravilloso proceso que me ha enseñado a darme cuenta de la capacidad de cumplir proyectos, de saltar al vacío sin red, de entender que todo en esta vida forma parte de un proceso, de un proceso que empezamos hace mucho tiempo y cuyo fin total llegará el día que me muera.
Un proyecto de vida, diferentes etapas de un gran recorrido, disfrutando de cada una de ellas sin menospreciar ni ensalzar a una o a otra, un proyecto que hace una gran parada en Vejer para tomar aliento, respirar profundamente y seguir hacia adelante, con menos peso, con menos mochila, pero con mas seguridad y calma, y sobre todo sin miedo.
Durante este proceso que me ha llevado dos años he aprendido a a tomar decisiones, a entender que equivocarse no es un problema si corriges el error, he aprendido a bajar a la tierra para subir peldaño a peldaño hasta el cielo, ese cielo imaginario que es la terraza de mi casa cuyas maravillosas vistas de Vejer me dan la respuesta a muchas de las preguntas que me hice al principio de esta etapa.

Este año se acaba SPACE, después de 27 años el emblemático Club de Ibiza da portazo definitivo a una etapa maravillosa que ha llevado a la isla blanca a lo mas alto. Yo cierro etapa con ellos, aprovecho la coyuntura y dejo Ibiza, esa Ibiza que me ha dado tanto y que siempre llevaré conmigo.

Esta etapa acaba también con el estrés y la ansiedad que se instalaron en mi vida cuando empecé con el proyecto y que una vez finalizado han desaparecido.

No ha sido un camino fácil pero si satisfactorio como digo, pero a veces las dificultades nos hacen apreciar el éxito de una manera mas madura.

Este año pondré fin a un periodo que comenzó en el año 2008 en Ibiza, con Goa, y que termina con el cierre de SPACE. Tengo las maletas preparadas para Octubre, quiero tomarme unos meses sabáticos, sudeste asiático, Australia y Nueva Zelanda. Cuando vuelva ya veré lo que hago, lo que se es que cualquier cosa que haga la haré sin miedo porque como decía Eduardo Punset, La Felicidad es la ausencia de miedo, y yo, como siempre, lo que quiero es ser feliz.

UNA CASA, UNA PLAYA, UNA VIDA.

Sentado frente al mar, tomándome una copa de Jerez, disfrutando de una cálida tarde de otoño, el sonido del mar me atrapa, cierro los ojos y pienso que todo sigue su curso.
La vida es aquello que elegimos. Decidimos los caminos, tomamos decisiones que nos llevan a un destino que estaba previsto. Desde Vejer, desde mi casa, he dejado atrás el ruido, la gente, el trabajo, los amigos del verano, mi casa de campo, el acostarme a las 9 de la mañana , el trabajar toda la noche, los agobios de agosto, las responsabilidades de mi puesto, si, ya he vuelto, ya estoy en casa, cerca de la playa, construyendo mi vida.
Ya me han pasado presupuesto para continuar con la segunda fase de mi proyecto. En breve nos ponemos en marcha y si no ocurre nada que lo impida, con un poco de suerte todo estará listo para la Primavera.
La segunda casa, la casa que quiere ser un alojamiento rural, un lugar de encuentro, de descanso, de paso, constará de un apartamento de dos dormitorios con cocina americana salón y baño, y un estudio cálido, elegante, acogedor, para una escapada romántica, para refugio del viajero, guarida del guerrero.
La planta baja será zona común, un salón con cocina americana escondida tras unas puertas, una mesa un sofá y una librería repleta de libros para aquel que quiera viajar sin moverse del sillón.
El patio, la terraza y la azotea no están presupuestadas, esperaré a ver como sale esta segunda fase y una vez vista nos plantearemos la tercera.

Estoy en la playa de El Palmar, tomando un vino, disfrutando de la vista, del sonido del mar y del olor a otoño. He decidido parar el tiempo durante unos años, he decidido estar , disfrutar de lo monótono, de los paseos sin prisa, de los momentos que me regale el día sin preparar nada.
Estoy aprendiendo a escuchar, a dejar la mente calmada,a no precipitar nada. Es momento de crear, de creer, es momento de guardar, de cosechar, de esperar. Es momento de vivir.

Una casa, una playa, una vida...mi vida.

ENTRE MITOS Y FLAUTAS

Robin Williams aparece muerto en su casa de California a los 63 años.
Cada vez que un famoso muere la prensa internacional se hace eco y lo lleva a la portada de su edición. Vivimos rodeados de mitos a los que necesitamos seguir, alabar, imitar.
Futbolistas, cantantes, actores, todos forman parte de nuestra vida cotidiana y cuando desaparecen sufrimos su perdida como si un familiar se hubiera ido...qué digo, sufrimos su perdida como deberíamos sufrir la de un familiar que se ha ido pero el caso es que al familiar o al amigo no llegamos a mitificarlo tanto y cuando lo hacemos los que nos rodean piensan que hay que dejar que la vida siga y que el muerto al hoyo y el vivo... el vivo a vivir la vida loca.
En Gaza matan a niños todos los días y nadie se hace eco en su muro de FB. El ébola mata en África y pocos comentan la desgracia de los que mueren, de los infectados, de los abandonados.
Marilyn , James, Elvis, Michael, ninguno de ellos necesita su apellido para que todos sepamos de quién estamos hablando y qué día murió. Seguimos recordando a los muertos que mitificamos hace décadas. Nos lamentamos por aquellos que han decidido suicidarse y sin embargo no nos acordamos ni de los familiares ni de los amigos que ya no están, a excepción de aquellos que esperan al día 1 de noviembre para acordarse de ellos. De los muertos que a diario deja la mano avasalladora del tirano, del que sin escrúpulos se cree con derecho a decidir como sí fuera Dios, quien vive y quién no, de esos, ni los pensamos.
Algo está pasando que se nos escapa de las manos. Se nos escapa la sensibilidad a lo cercano y se va a la mistificación de lo lejano.
Descanse en paz Robin Williams y los miles de anónimos que mueren cada día sin haberlo decidido.

IBIZA SWEET IBIZA

Estoy en Ibiza, si, ya lo se, de repente me compro una casa en Vejer y ahora estoy en Ibiza, ¡pero que es esto!

Desde el año 2008 tengo una doble vida. De Mayo a Octubre soy trabajador de una empresa que se dedica al Ocio Nocturno, o sea, una Discoteca, aunque aquí la llaman Club que parece que suena mejor.

Durante estos años, 6 veranos sin contar el que empieza, he tenido la posibilidad de trabajar seis meses al año convirtiéndome en lo que se llama , FIJO DISCONTÍNUO.

Yo, hasta el momento en que empecé a trabajar aquí, digo aquí porque estoy escribiendo desde mi despacho, en un receso, en un pequeño descanso que me he tomado ya que de vez en cuando necesito desconectar, nunca había oído eso de FIJO DISCONTÍNUO.

Siempre he sido una persona inquieta a la que que no le ha gustado quedarse quieta, parece esta una disertación de mi querida GLORIA, la FUERTES.

 Si alguien lee este artículo será porque habrá leído alguno anterior por lo tanto no será necesaria la explicación.

En resumen, en los últimos seis años he trabajado tres, en intervalos de seis meses, seis meses trabajando y seis meses descansando, viajando y viviendo lo que me apetecía en cada momento, CANELA EN RAMA, que dirían en mi pueblo.

He sido un privilegiado todo este tiempo. He aprovechado cada momento. He viajado por diferentes mundos; los conocidos, los inventados, los obligados... he vivido a tutti plen cada minuto que he tenido y este invierno pasado, el que acaba de terminar y ha dado paso a esta primavera que respiro ya en Ibiza, me he comprado una casa.

La casa forma parte de un proyecto maravilloso, ¿qué sería la vida sin proyectos maravillosos?

Decido dar un paso mas, un giro, un vuelco, un cambio de rumbo o quizás no, quizás solo sigo el rumbo porque mi rumbo nunca ha sido fijo sino cambiante. Y ahora toca Cádiz, toca casa, toca Proyecto.

Un alojamiento Rural quiero construir en Vejer. Quiero tener ese lugar que soñé para recibir, para estar, para crear y para creer, para vivir y reir, para atender y ser atendido, para cuidar a mis amigos, a mis hermanos, a mi madre, a mis sobrinos... no cuidaer en el sentido literal, cuidar de querer, de amar.

Y estoy en IBIZA, ibiza sweet ibiza. No sé lo que me deparará este verano pero lo que si se es que tengo un proyecto maravilloso en Cádiz que tiene toda mi dedicación emocional, la racional la dejaré para este trabajo temporal.

Levantarse por la mañana para ir a trabajar sabiendo que tu trabajo será el trampolín que te impulse el proyecto al que dedicas tus horas de sueño, soñandolo por supuesto, es maravilloso, viene uno con mas ganas, alegre, con una sonrisa dibujada que no es otra que la cara de felicidad que se te queda cuando sabes que de repente y sin haberte dado cuenta, vuelves a tener el mundo a tus pies.

Quiero dedicar este artículo a mi amiga Silvia que está en el Hospital, peleando, no con el mundo a sus pies sino con el mundo por montera, valiente, torera, luchadora, enfrentandose a una ganadería brava que quiere darle una cornada, pero ella se arrima sin miedo y con gracia torera saca banderillas y muleta. Olé.

Estaré con mi pañuelo al viento esperandote para  ver como das la vuelta al ruedo.

Vivan las mujeres valientes... Olé, olé y olé.

TENGO UNA CASA EN VEJER

Hacemos planes, soñamos realidades paralelas, mundos llenos de felicidad, imaginamos nuestra vida, la pensamos y sin darnos cuenta, la vivimos.
John Lennon decía que la vida es aquello que pasa mientras hacemos planes, y tenía razón, lo que John Lennon no dijo fue que la vida que vivimos es la vida que planeamos sin darnos cuenta, no de una manera premeditada sino improvisada, y cambiando cada vez que el viento sopla hacia donde nos lleva. Y nos dejamos llevar.
Cuando eso ocurre la vida es maravillosa y lo inesperado se torna esperado.

Siempre quise hacerme una casa. Tenía la ilusión de crear un espacio propio en el que poder vivir, desarrollar, crecer, imaginar. Lo soñé muchas veces.
Me imaginaba donde estaría mi casa y siempre había algo presente en todas esas visualizaciones, el mar.
Con los años el sitio en el que quería que esa casa estuviera fue haciéndose más pequeño y me encontré con que no sólo bastaba que estuviera cerca del mar sino que debería estar en un pueblo pequeño.
Seguí soñando, haciendo planes, viviendo.
Los sueños cambiaron, los planes cambiaron, la vida cambió.
Lo último que planeé con respecto a la casa de mis sueños, aparte de que estuviera cerca del mar y en un pueblo pequeño, fue que quería que ese pueblo pequeño estuviera en Cadiz.

En la India soñé mi casa. Estando en Goa soñé mi casa cerca de Tarifa.
Cadiz, mar y pueblo pequeño.
Me gustaba la idea de pasar inviernos en barbecho, tranquilo, cosechando planes para la nueva temporada, veranos de sol y gente, diversión y vida.
Soñé mi casa en Goa, mi casa en un pueblo pequeño de la provincia de Cadiz, cerca del mar.

En abril del 2013, recién llegado de India, vi un anuncio de una agencia inmobiliaria. Vendían una casa en Vejer de la Frontera.
La casa tenía patio, planta baja, primera y segunda y arriba de todo una hermosa azotea desde donde contemplar al sólo ponerse sobre uno de los pueblos más bonitos de España.
La casa estaba por hacer, sólo tenía los cimientos, ni instalación eléctrica , ni agua, ni paredes, ni suelo. Era una casa por construir.

Y la compré.

Tengo una casa en un pequeño pueblo de la provincia de Cadiz, cerca del mar.

EL DÍA QUE NACÍ YO

EL DÍA QUE NACÍ YO

Era muy temprano cuando comencé a sentir que ya era hora de salir. Me moví en ese espacio cálido que había sido mi hogar durante los últimos nueve meses y donde me sentía protegido ajeno a todos aquellos sucesos que parecían acontecer fuera. No sentí curiosidad hasta ese día, 29 de diciembre, tal día como hoy hace mucho, mucho tiempo.
Habia permanecido ajeno a todo lo que ocurría en el exterior, no sentía curiosidad por saber, yo era feliz donde estaba, me encontraba bien y en ningún momento sentí que podría estar mejor. Creo que eso me ha marcado para bien en mi vida. Dicen que la ambición es buena, que te hace crecer, que te lleva a metas que parecían inalcanzables, a cimas desde donde poder contemplar la majestuosidad del entorno y sin embargo, yo nunca tuve la curiosidad de saber qué había más allá de ese espacio húmedo , sin ruidos,
de ese minúsculo habitáculo en el que ahora era complicado moverme.
Fue eso lo que me impulsó a salir. Era el momento de dejar de ser do s y comenzar a vivir por mi mismo. Supongo que mi madre había soportado estoicamente los nueve meses de la mejor manera. Hay que tener en cuenta que antes que yo habían vivido ocho inquilinos durante un periodo aproximado al mío, unos nueve meses, con muy poco espacio de tiempo entre unos y otros, por lo que ya era hora de que esa casa emprendiera una reforma y para ello necesitaba quedarse vacía.
Lo entendí, recibí el mensaje, supe que había llegado el momento de abandonar lo conocido, lo cómodo y enfrentarme a lo desconocido, a todo aquel ruido de emociones incontroladas, de deseos irrefrenables, de pasiones interminables, de subidas y bajadas, de deseos y de locura.
Respire profundamente, una respiración larga. Contuve el aliento y llené todo lo que pude la mente con el sentimiento de paz y tranquilidad que me había acompañado los últimos meses presintiendo que lo iba a necesitar muchas veces en esa nueva casa a la que me mudaba y en la que me esperaban mis ocho hermanos y mis padres.
Solté el aire y sentí que una fuerza externa me arrastraba hacia fuera y me dejé llevar. Cerré los ojos y me deslicé,como sí de un tobogán se tratará, en caída libre hacia la vida.

Y aquí estoy, muchos años después, con los ojos cerrados e intentando recuperar ese sentimiento de paz y tranquilidad que un día tuve y que cada vez más echo de menos.
Mientras, sigo caminando, aprendiendo, viviendo y compartiendo cada momento de mi vida, disfrutando de cada día como sí fuera el último y sabiendo que al final del camino volveré a ese hogar del que salí donde La Paz y la tranquilidad no había que buscarla sino que estaba.

Feliz por estar, feliz por seguir.

Gracias a la vida, que me ha dado tanto...


Continuará.

VUELVO A CASA POR NAVIDAD

VUELVO A CASA POR NAVIDAD

Desde marzo no escribo nada. Ha sido el periodo de tiempo más largo que he estado sin escribir en el blog y no porque no haya tenido cosas que contar, que sí, sino por que precisamente han pasado tantas en los últimos meses, que he necesitado dejar algunas de lado para ocuparme de otras.
Gracias a Dios cada una de las cosas que han ocurrido siguen vivas en mi memoria, intentaré recuperarlas para poder continuar con este maravilloso blog que no es sino un perfecto cuaderno de bitácora.

Volví de India, sobreviví, no por superar una prueba que sería a priori el significado del verbo sobrevivir, sino por que viví sobredimensionalmente cada una de las experiencias que fui encontrándome en ese maravilloso país.

Estando en el final casi del viaje, en Goa, empecé a escribir en un cuaderno un sueño que me gustaría se cumpliera y no pensé en otro que en tener una casa cerca de la Playa en mi Cadiz del alma.
Soñé con una casa que sirviera de cuartel general, de refugio del guerrero, de punto de encuentro, un lugar en el que poder encerrarme a escribir, a recordar , a seguir soñando, a seguir creando, un lugar en el que comenzar una nueva etapa, una etapa en la que cada vez me veía más encaminado.

Soñé con una casa en Tarifa, soñé con el viento, con las olas, con el mar, con los amigos y con la familia, soñé con montar un negocio que me permitiera poder vivir todo el año sin tener que estar de aquí para allá, y soñando soñando, me fui a un chiringuito de la playa, con mi cuaderno y con mis sueños, con un boli, unas chanclas , un pareo y mucha sed. Cuando llegué al lugar me atendió un camarero que llevaba una camiseta que decía en mayúsculas TARIFA. No daba crédito, había estado soñando con ese lugar hacia unos minutos, estaba en Goa, a miles de kilómetros y me encuentro con eso. Primera señal.
A partir de ese momento empiezo a entender que va a ocurrir, que lo único que tenía que hacer era proyectar y como había ocurrido en otras ocasiones, algo pasaría.

Dejé India al poco de estar en Goa. pasé por Nepal como último trayecto del viaje y volví a España con la sensación de que algo había cambiado dentro de mi.
Practiqué Yoga, hice Meditación, indagué en el Budismo, me abrió la mente el viaje, aún más si cabe, me tranquilizó, me hizo entender que no había prisa, que las prisas son malas consejeras. Aprendí a escuchar, a respetar, a no juzgar, intenté encontrar paz interior, equilibrio en mi cabeza y en ello sigo.

India ha abierto un paréntesis importante que tardará en cerrarse. Todavía disfruto de las mieles de ese viaje, de las conversaciones que allí tuve. De los pensamientos que aparecieron en mi cabeza, de las personas maravillosas que supieron ver más allá de lo físico, de un País lleno de magia donde la pobreza no se siente como pobreza sino que es una forma de vida, donde sólo por estar vivo ya merece la pena vivir sin necesidad de sufrir.

A partir de este viaje, me digo todos los días cuán privilegiado soy por ser , estar y tener lo que tengo.

He vuelto al blog, he vuelto a casa , he vuelto y es NAVIDAD.

UNA REFLEXIÓN FINAL

Han pasado cuatro meses y cuatro días desde que empezó esta aventura convertida en viaje a India. Durante este tiempo he escrito en mi blog y en Facebook algunas de las impresiones que he tenido en este viaje por lo que volver a incidir en ello quedaría empalagoso.
Estoy en el aeropuerto de Kathmandù, en 1 hora cojo un avión que me llevarà a Delhi donde pasaré tres noches hasta el 29 en que emprenda el viaje de regreso a casa.
Todos los viajes tienen una parte de aprendizaje, de crecimiento personal y en todos tienes la sensación de que dejas cosas que nunca más volverás a recuperar. Hablo de sensaciones, de emociones, de la manera en que nos relacionamos con nuestro entorno, de la manera en que ínter actuamos con la gente que queremos, amigos y familia, esa manera en que lo hacíamos cuando nos fuimos y que ya nunca será igual cuando volvamos.
Todo viaje tiene una parte de introspección, de auto conocimiento en el que nos vemos en situaciones en las que nunca hemos estado y nos encontramos reaccionando ante ello de manera imprevista.
La distancia, la tranquilidad que crea el no ser juzgados por estar lejos de todo lo que nos condiciona en nuestra vida diaria nos permite ser personas libres a la hora de actuar sin preocuparnos de lo que el otro pensará de nosotros, lo que hace que nos veamos en situaciones nada encorsetadas y libre de toda mirada inquisidora.
Yo aprendí hace un tiempo, no mucho debo confesar, que no se podía agradar a todo el mundo, que el estar continuamente siendo lo que los demás esperaban que uno fuera creaba un nivel de stres tal que sí no se controlaba podía llegar a provocar un infarto.
Lamento mucho defraudar a todos aquellos que alguna vez tuvieron unas expectativas creadas ante mi persona, en ningún momento fue intencionado el defraudarles, simplemente aprendí que no podía dejar de ser yo mismo, y si eso implicaba el que no cuidara una relación de la manera que la otra parte esperaba que lo hiciera, así lo hacía.
No por no hacer lo que el otro espera de nosotros debemos ser juzgados como malas personas, simplemente habrá que replanteares lo que debemos o no esperar de las personas a las que queremos.
Una amiga me enseñó una frase de Woody Allen que hice mía en el momento en el que la leí, dicha frase dice más o menos: ""No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo"
Yo ya no intento agradar a todo el mundo y es más, me da igual que los demás piensen que no soy una persona agradable por no decir o actuar como ellos esperan que lo haga, creo que crear expectativas con las personas con las que nos relacionamos a diario puede hacer que la relación se convierta en una especie de sociedad privada en la que no haya espacio para la sorpresa o la improvisación.
En cualquier caso, si algo he aprendido en este viaje es que ser y actuar como uno mismo a veces crea conflictos, no sólo hacia las otras personas sino hacia nosotros que tenemos que aprender a aceptarnos con nuestros defectos y nuestras virtudes.
Quiero pensar que cada vez soy menos egoísta, que soy respetuoso con la opinión del vecino, que no juzgo sin saber, que pido disculpas cuando me equivoco, que pido disculpas incluso si ni siquiera sé sí me he equivocado y que no tengo el menos problema en decir que me he equivocado.
Por encima de todo me compadezco de aquellos que no saben comunicar de la manera correcta y eso hace que a veces existan malos entendidos que puedan llegar a crear conflictos que nunca lleguen a resolverse. Lamento muchísimo que haya gente que crea que es muy ecuánime y en el fondo están continuamente juzgando al de al lado por nos ser, decir, o actuar como ellos lo harían.
Vivimos en un mundo muy grande, compartiendo espacio con personas de todas las razas, mentalidades, creencias religiosas, ideas políticas, hábitos alimenticios, y creo que todas y cada una de ellas se merece el beneficio de la duda antes de ser juzgado.
Por ello, reitero, este viaje me ha abierto los ojos a todos esos que son juzgados sin pasar por una corte, sin abogados, sin defensa, sin juez y sin juicio.

VARANASI, CIUDAD SAGRADA

Cuando uno oye Varanasi lo primero que le viene a la mente es el Río Ganges y las piras funerarias.
Varanasi es mucho más que eso. Varanasi es un lugar sagrado, de peregrinación para miles de hinduistas que van a sumergirse en las aguas del Ganges en una suerte de expiación de pecados cometidos en esta vida y en todas las anteriores.
La religión es indudablemente, en su mayoría, cosa de pobres, de desfavorecidos, de gente sin pasado, presente y mucho menos futuro.
Cuando uno llega a Varanasi debe desnudar su mente, dejarla virgen, sin prejuicio, entender que todo lo que vea, oiga, huela o sienta, ha sido así por siglos.
Varanasi es una ciudad tan vieja que no tiene edad. Es una ciudad que acoge a vacas sagradas que campan a sus anchas por las estrechas calles, que defecan, que comen cualquier atisbo de basura que el peregrino hambriento tira a la calle, calle que actúa como un enorme vertedero del que también se alimentan perras callejeras preñadas, cachorros desvalidos, perros ávidos de sexo, monos y cuervos carroñeros que proliferan alrededor de los desperdicios.
Los habitantes de Varanasi se mezclan con los turistas y los peregrinos que a diario inundan sus calles, siendo conscientes del poder de atracción que supone el Ganges.
En medio del culto, de la entrega exagerada a lo religioso, de los cuerpos semidesnudos de hombres y mujeres que sin ningún pudor se sumergen en las aguas del río, está el truhán, el pícaro que parece sacado de una novela española del siglo de oro, el timador, el que engaña por cuatro duros sabiendo que eso forma parte de la vida.
En Vanarasi la vida y la muerte se dan la mano.
Entre piras funerarias, en medio del duelo, hombres de la casta más baja se afanan por recorrer los escalones empinados cargados de madera que llevan a una montaña de troncos y que sirven para alimentar el fuego que devorará los cadáveres de aquellos privilegiados que pudieron pagar su pasaje a la redención. Estos hombres, mayores o quizás sólo es la apariencia, cansados, sin que nadie les preste atención, se afanan en hacer su trabajo lo más decente posible mientras mueren poco a poco al calor de las hogueras.
Uno contempla la escena con dolor, no por el que se ha ido, que ya no está, sino por el que queda y sufre una penitencia nada deseable.
En medio de todo esto aparece el " Lazarillo de Tormes" en versión India a ofrecerte todo tipo de drogas, y es entonces cuando empiezas a entender aquella frase de Marx ; "La religión es el opio del pueblo"
Todo aquel intento de desnudar la mente, de entregarse a la situación sin prejuicios, se disipa por unos momentos y empiezas a ver una escena decadente en la que como siempre el que sale perdiendo es el pobre, que con su ignorancia recibe al turista occidental como testigo de cargo, cámara en mano y su filosofía barata de que todo lo que ve es maravillosamente espiritual y que en un intento de comulgar con ello, se abandona a la vida contemplativa, porro en mano, rastas sucias, flauta y perro callejero que acoge en su seno.
Pero al final vuelves a desnudar la mente porque decides que es mejor así, porque decides no juzgar y respetar todo aquello que pasa, todo aquello que otros deciden, y lo único que te queda es elegir qué parte de todo esto te pertenece y que parte nada tiene que ver contigo, es entonces cuando te das cuenta de que todo lo que necesitas está en ti, de que todo lo que te hace feliz, te redime o te libera lo llevas dentro y eres tú el único capaz de juzgarte, de salvarte o de quemarte en la hoguera de las vanidades.

EXTRAÑOS EN UNA ESTACIÓN

Camino a Goa, Mysore quedó atrás hace 1h 30m y todavía me quedan 15h aproximadamente de viaje.
El autobús, un Volvo con asientos reclinables, aire acondicionado y una tele donde proyectan películas de Bollywood. Soy el único turista occidental o más bien accidental, el resto Indios.
El autobús lleva algún asiento vacío, pocos, el de al lado mío por ejemplo. Espero que dure todo el viaje.
Me preocupa el hecho de que no tenga servicio, baño a bordo, basta saber que no existe la posibilidad de baño para que te entren unas ganas tremendas de "mear".
El mes en Mysore ha sido una delicia. Ya he hablado de ello. He conocido gente maravillosa y sobre todo he seguido conociéndome a mi mismo. Qué aventura la de descubriese en cada viaje.
Hoy me levanté tranquilo, preparé la mochila pronto, ordené cosas y recogí la habitación. Mi bus salía a las 14:30 así que quise tenerlo todo bien atado para que no me pillara el toro y poder despedirme de todos y de todo.
Parada obligada en Coconut’s Córner. Todos los días me he tomado un coco, me lo he bebido y me lo he comido. La bebida más sana y refrescante que te puedes tomar.
Me he despedido del dueño del Chacras Café, fue uno de los primeros sitios en los que comí. He ido a imprimir una foto que nos hicimos ayer con los dueños del apartamento en el que he vivido este mes, he comprado un marco y se lo he dejado a Lisa, mi compañera de piso, para que se lo diera cuando estuvieran en casa.
He recogido mis cosas, me he despedido de las chicas, me he cogido un ricshaw y me he ido con mi mochila a la espalda a la estación de autobuses.
Como llegué pronto me senté en un banco, dentro, había menos ruido y menos gente. Al lado de mi un señor mayor, entre 70 y 75 años, Indio. Me miró de arriba a abajo, sin incomodarme, y me preguntó que de donde era. Me ha preguntado, tranquilo, curioso pero educadamente qué hago en Mysore, qué hago en India. Le he hablado del curso de yoga, le he hablado de Calcuta y del proyecto de Anita, me ha preguntado que lenguas se hablan en España y cual era la capital de mi país. Me ha preguntado que sí el yoga era muy conocido en Occidente. Hemos hablado de meditación, de Religión, de Dios y de la muerte. Me ha preguntado que como ayudaría el yoga a un hombre al que le acaban de diagnosticar cáncer. Le he dicho que la única manera de ayudar a alguien con una grave enfermedad es cogerle la mano y transmitirle mucho amor, decirle que no tenga miedo, que se haga amigo de su enfermedad, que no se enfade, que aprenda a convivir con ella y que a través de la respiración, pranayama y la meditación, podría mejorar. Le he dicho que las enfermedades no hay que pasarlas solos, que la vida no hay que pasarla solo, que la vida hay que compartirla con alguien, que la vida está hecha para caminarla de la mano de alguien. Me ha hablado con mucha calma, muy tranquilo, de vez en cuando cerraba los ojos y parecía que estuviera grabando nuestra conversación. Me comentó que él no era de Mysore sino de Bangalore pero que había venido a arreglar unos papeles. Generalmente la gente va a Bangalore a arreglar papeles ya que es la capital, Mysore está lleno de Centros de Medicina Ayurvedica.
Nos hemos despedido, mi bus salía en breve, me ha dado la mano, me la ha tenido agarrada un buen rato y con una sonrisa en los labios me ha dicho; " Yo soy Profesor"
Me ha deseado un buen viaje en la vida y me he alejado con la sensación de que él era ese hombre al que le habían diagnosticado cáncer.

VIVE LENTAMENTE, MUERE VIEJO.

Últimamente me está pasando algo digno de comentar.
Desde qué llegué a India no he parado de tener sensaciones , emociones, pensamientos que nunca había tenido. Evidentemente es un País diferente, un País difícil de definir por lo grande y complejo de cada región, ciudad o pueblo. Hay muchas Indias y no sólo como digo en las diferentes regiones o ciudades, sino en una misma ciudad.
Conocer de primera mano la vida de gente que sobrevive como puede día a día, sentir las carencias no sólo materiales sino emocionales de muchos, te hace continuamente tomar conciencia de tu propia vida. Aunque no lo notes hay un autopsicoanalisis que te acompaña todo el tiempo y que se va adheriendo cada vez más a tu piel, la traspasa y se mezcla con la sangre para recorrer los vasos sanguíneos de todo tu cuerpo.
El curso de yoga que estoy haciendo está siendo duro, ya lo he comentado, pero no deja de ser un reto que día a día me hace sentir mejor.
Una de las cosas que he aprendido es que YOGA significa UNIÓN (Alma/Dios ; Cuerpo/Mente/Espíritu ) En la teoría aprendes que Yoga puede ser el camino del sufrimiento a la liberación, en la práctica, también.
Cuando trabajas con tu cuerpo al nivel que lo estamos trabajando en el curso, la respiración es tu única aliada para soportar los cambios que tu cuerpo experimenta con cada estiramiento. En medio de ese trabajo físico tu mente se libera y tus pensamientos se centran única y absolutamente en la respiración, tratando de que sea esta la que te conduzca a esa liberación del sufrimiento.
Mientras esto ocurre tu mente está en stand by, relajada, liberada y es entonces cuando empieza el verdadero sufrimiento , el sufrimiento de la mente.
Dice la Filosofía Budista que todo depende del Control de la Mente. Aquí también lo he vuelto a escuchar. Para conseguir el Nirvana, estado absoluto de relajación en la meditación, el control sobre la mente debe ser primordial.
Estos días bastante tengo con controlar mi cuerpo mediante la respiración como para estar pendiente de controlar mi mente. ¿Qué ocurre? Hay días que estoy con un subidón tremendo de adrenalina, excitado por los logros conseguidos pensando que todavía mi cuerpo me regala alguna alegría a mi edad. Ego, así se llama. Nada recomendable.
Como bien dice mi profesor, todo lo que sube debe bajar, y ni cuando está arriba es verdad del todo ni cuando está abajo tampoco, la verdad se encuentra en el equilibrio, en el punto medio.
La teoría se entiende y se intenta aplicar, el problema está cuando de repente estamos abajo, es ahí donde está el verdadero reto.
Debido a la dureza del ejercicio físico ha habido días que sin saber porqué me han dado ataques de ansiedad. La mente está tan relajada que de repente aparecen esos sueños de la razón que producen monstruos.
Lo he hablado con mi "maestro" y me ha dicho que no le de importancia, que le ponga rostro, que lo mire de frente, que le diga que sé que está ahí y que me haga su amigo.
No sé cómo uno se hace amigo de la falta de oxígeno, de la dificultad de poder respirar profundamente, de la sensación de mareo y embotamiento que a veces se produce en mi cabeza, pero debo aprender a hacerlo.
No me preocupa, ese es el primer paso. Cuando aparece la sensación la intento controlar con la respiración y creo que lo estoy consiguiendo, debe ser que están saliendo esos últimos brotes que quedaron almacenados en algún momento de este viaje que comenzó hace 46 años.
Algunos compañeros del curso están sufriendo episodios parecidos, debe ser normal pues Barat, así se llama el maestro, no sólo no le da importancia sino que con una sonrisa muy cálida te dice que todo está bien, así que TODO ESTA BIEN.


Hubo una época en la que se utilizaba mucho el dicho: Vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver.
Yo creo que mucho de los males que acarreamos en los tiempos que nos han tocado vivir vienen un poco definidos por este tipo de afirmaciones.
En los 90 se rumoreaba que había un famoso banquero , que por cierto acabó en la cárcel , no como los de ahora, siempre impecable, con su pelo engominado, que para poder llevar el ritmo de reuniones, viajes, convocatorias, compra, venta, apariciones en la prensa, comidas con Ministros, regatas en Mallorca con el Rey, se endiñaba de cocaína lo que no estaba en los escritos; así podía llevar el ritmo que llevaba. Muchos le siguieron, lo pusieron como ejemplo. Por aquel entonces se creó la generación de los llamados "yuppies" , que nacieron en Nueva York a la sombra de Wall Street. Todos jóvenes, ricos y poderosos. Todo esto lo reflejó el cine de la época en películas como Wall Street o American Psycho, en la que por cierto hay una escena maravillosa en la que un grupo de yuppies compite a ver quien tiene la tarjeta de visita más "cool"
Todos los que ahora tenemos de 40 a 50 aproximadamente, crecimos con la idea de vivir deprisa, de hacer cuantas más cosas mejor, de aprovechar el tiempo, de intentar ganarle la partida a este, pero no nos dimos cuenta de que al igual que en la fábula de la Liebre y la Tortuga, el tiempo siempre gana, es por ello que te regala la vida para que la disfrutes.

CRÓNICA DE UNA SEPARACIÓN

Hay una persona a la que quiero mucho que está pasando por un proceso de separación. Se me ha ocurrido que escribiendo esto lo mismo si lo lee mucha gente le pueden transmitir su apoyo compartiendo sus propias experiencias.
Según me cuenta la situación parecía ya insostenible en cierto sentido. Cada uno quería algo diferente, en realidad ella quería algo diferente a lo que estaba teniendo y él parece que se conformaba bastante con lo que tenía. Hay muchos hombres que tienen el Síndrome de Homer Simpson, saben que tienen una mujer y unos hijos a los que acudir cuando necesita, pero en el fondo los cuidan bien poco.
Una relación hay que construirla día a día, no por llevar seis años o veinte uno se tiene que acomodar y dejar que sea la corriente la que lleve la barca del amor, ¿amor? En realidad ni siquiera creo que estemos hablando de eso, hablamos de compañía, de apegos, de no querer estar solos, crecer o envejecer solos, pero en el fondo hay una cosa que nunca pensamos, es mejor estar solos que mal acompañados.
No quiero para nada quitar ningún mérito a nadie, ni buscar culpables, eso ya es intrascendente, quiero romper una lanza a favor de la soltería, será porque me encuentro en ella , casi desde siempre, y al final he encontrado un placer inmenso en ello.
A cada momento encuentro gente a mi alrededor que repite patrones de comportamientos. Tengo amigos casados que se jactan de ponerle los cuernos a sus santas con la excusa de que es a ellas a quienes quieren, con las otras solamente se divierten y les hacen sentir que todavía son capaces de conquistas aunque sea a golpe de talonario.
Por otra parte las mujeres siempre se quejan de que sus santos no las entienden, no las escuchan o no las tratan como al principio. Ellas caen irremediablemente en crisis de identidad que las llevan a estados de ansiedad que prolongados acaban siendo pasto de las más profundas depresiones. Ellos mientras olvidan con bastante más facilidad, y a pocos conozco que caigan en lo anteriormente citado.
Parece que va a ser difícil poner de acuerdo a hombres y mujeres. Los tiempos modernos hace que las relaciones duren poco, que se pase de una relación a otra con la facilidad que se cambia de coche. Al principio todas las relaciones son maravillosas, pero al coche hay que cuidarlo, mimarlo y quererlo como al primer día porque en definitiva, aunque no sea ni tan bonito, ni tan nuevo, ni tan rápido, nos sigue llevando adonde queremos ir , y eso es lo importante.
Es muy complicado dar unas palabras de aliento a alguien que acaba de dejar una relación ya que en caliente nada de lo que se diga se va a entender, y por muy mayores que seamos, aquí la edad no significa nada, siempre nos vamos a sentir como ese niño que descubre de la noche a la mañana que los Reyes Magos son los padres.
Ánimo amiga, piensa que todo ocurre por alguna razon y seguramente aunque ahora no lo veas, algún día entenderás que las piedras grandes que nos encontramos en el camino y no nos dejan avanzar, tenemos que destruirlas y convertirlas en asfalto para seguir construyendo la carretera de nuestro destino.
P.D: Pido disculpas a los hombres y las mujeres que se hayan podido sentir ofendidos por este texto, siempre hablo desde mi experiencia, mi conocimiento y en términos generales.
Buenas noches y buena suerte.