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EXTRAÑOS EN UNA ESTACIÓN

Camino a Goa, Mysore quedó atrás hace 1h 30m y todavía me quedan 15h aproximadamente de viaje.
El autobús, un Volvo con asientos reclinables, aire acondicionado y una tele donde proyectan películas de Bollywood. Soy el único turista occidental o más bien accidental, el resto Indios.
El autobús lleva algún asiento vacío, pocos, el de al lado mío por ejemplo. Espero que dure todo el viaje.
Me preocupa el hecho de que no tenga servicio, baño a bordo, basta saber que no existe la posibilidad de baño para que te entren unas ganas tremendas de "mear".
El mes en Mysore ha sido una delicia. Ya he hablado de ello. He conocido gente maravillosa y sobre todo he seguido conociéndome a mi mismo. Qué aventura la de descubriese en cada viaje.
Hoy me levanté tranquilo, preparé la mochila pronto, ordené cosas y recogí la habitación. Mi bus salía a las 14:30 así que quise tenerlo todo bien atado para que no me pillara el toro y poder despedirme de todos y de todo.
Parada obligada en Coconut’s Córner. Todos los días me he tomado un coco, me lo he bebido y me lo he comido. La bebida más sana y refrescante que te puedes tomar.
Me he despedido del dueño del Chacras Café, fue uno de los primeros sitios en los que comí. He ido a imprimir una foto que nos hicimos ayer con los dueños del apartamento en el que he vivido este mes, he comprado un marco y se lo he dejado a Lisa, mi compañera de piso, para que se lo diera cuando estuvieran en casa.
He recogido mis cosas, me he despedido de las chicas, me he cogido un ricshaw y me he ido con mi mochila a la espalda a la estación de autobuses.
Como llegué pronto me senté en un banco, dentro, había menos ruido y menos gente. Al lado de mi un señor mayor, entre 70 y 75 años, Indio. Me miró de arriba a abajo, sin incomodarme, y me preguntó que de donde era. Me ha preguntado, tranquilo, curioso pero educadamente qué hago en Mysore, qué hago en India. Le he hablado del curso de yoga, le he hablado de Calcuta y del proyecto de Anita, me ha preguntado que lenguas se hablan en España y cual era la capital de mi país. Me ha preguntado que sí el yoga era muy conocido en Occidente. Hemos hablado de meditación, de Religión, de Dios y de la muerte. Me ha preguntado que como ayudaría el yoga a un hombre al que le acaban de diagnosticar cáncer. Le he dicho que la única manera de ayudar a alguien con una grave enfermedad es cogerle la mano y transmitirle mucho amor, decirle que no tenga miedo, que se haga amigo de su enfermedad, que no se enfade, que aprenda a convivir con ella y que a través de la respiración, pranayama y la meditación, podría mejorar. Le he dicho que las enfermedades no hay que pasarlas solos, que la vida no hay que pasarla solo, que la vida hay que compartirla con alguien, que la vida está hecha para caminarla de la mano de alguien. Me ha hablado con mucha calma, muy tranquilo, de vez en cuando cerraba los ojos y parecía que estuviera grabando nuestra conversación. Me comentó que él no era de Mysore sino de Bangalore pero que había venido a arreglar unos papeles. Generalmente la gente va a Bangalore a arreglar papeles ya que es la capital, Mysore está lleno de Centros de Medicina Ayurvedica.
Nos hemos despedido, mi bus salía en breve, me ha dado la mano, me la ha tenido agarrada un buen rato y con una sonrisa en los labios me ha dicho; " Yo soy Profesor"
Me ha deseado un buen viaje en la vida y me he alejado con la sensación de que él era ese hombre al que le habían diagnosticado cáncer.

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