WELCOME HOME
Cuando te acercas al slum donde se encuentra la Home que Amavida sponsoriza, todos los niños salen al encuentro de Ana a saludarla, algunos padres también. Es increible ver esas caras de alegría, de agradecimiento, sonrisas que iluminan sus caritas inocentes. nunca la pobreza me pareció mas digna.
Algunos viven en casas de cartón, sin agua corriente ni electricidad. Otros comparten un espacio minúsculo, a veces pueden ser seis personas durmiendo en 15m2. Cuando llega la época del monzón hacen verdaderos equilibrios para que ni el agua, ni las ratas, se apoderen de su minúsculo espacio.
India está llena de pobreza, de miseria, pero en ningún momento sientes peligro cuando caminas cerca de ellos, cuando entras en sus territorios, cuando haces fotos de turista curioso que se mete en sus vidas sin pedir permiso.
Cuando llegamos a la Home, casa de acogida, algunos niños ya han vuelto de la escuela. Las personas encargadas de cuidar a los niños, el cocinero, el administrador, el contable, incluso algún profesor aparece enterado de que Ana vuelve despues de varios meses fuera. Todos esperan impacientes.
"Auntie, auntie", gritan los niños que salen de todos lados. Las niñas del piso de arriba, los niños del de abajo, las cuidadoras, el conductor de la furgoneta y el del rickshaw, el contable y el administrador, algún profesor rezagado, todos rién , gritan, todo es alborozo.
Los niños adornan nuestro cuello con guirnaldas, nos ofrecen dulces, es tradición recibir a los recién llegados con algo dulce. Ana no cabe en sí, se abraza a todos los niños, a todos besa, todos giran alrededor de ella, la tocan, la tiran de un brazo, la tiran del otro, "spanish games auntie, spanish games", gritan todos a la vez.
Yo observo la escena con una sonrisa que ha ido creciendo desde que pusimos el pie en el slum. Cuando me doy cuenta tengo lagrimas en los ojos, lagrimas de emoción, de alegría. Me dejo envolver por tanta muestra de afecto, de cariño, de amor, algo mágico e indescriptible. Lo que ha conseguido Ana en estos cuatro años es muy díficil de explicar con palabras.
Ya estamos en India, ya hemos llegado a esa India que ha estado esperándome desde que, hace cuatro años, Ana me habló por primera vez de su proyecto, de Amavida.
Ahora si, ahora empieza el verdadero viaje.
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