UNCLE ALVARO

A los hombres que visitamos la Home, los niños nos llaman "uncle". "Uncle, uncle, spanish games".

Desde que un grupo de amigos visitó el proyecto y les enseñaron a los niños el juego del "pañuelito" y "la comba", cada vez que ven a un español lo único que quieren es jugar a los "spanish games". Aquí no hay Play Station ni Nintendo, aquí todavía los críos juegan en la calle, corren y se ensucian en la calle. La calle es su lugar de juego.

De los 30 niños apadrinados en la Home, dos niñas están apadrinadas por mi, Rinki y Pinki, dos hermanas. Ellas fueron las dos primeras niñas apadrinadas, después vinieron muchas más. Todavía faltan algunos por apadrinar.

Pinki y Rinki viven en un slum cercano a la casa de acogida. Tienen 13 y 9 años respectivamente. Pinki es pizpireta, lista, muy lista, con unas ganas tremendas de saber, de conocer.

Rinki, la pequeña, es timida e introspectiva, no la ves ni la oyes aunque esté cerca.

Viven en una casa de cartón, latón y plasticos donde no tienen ni agua corriente ni electricidad. El padre es alcocholico, no trabaja, siempre está metido en cosas oscuras. La madre limpia en una casa.

Desde muy pequeñas han visto como su madre era violada por su padre, han convivido con el alcohol y los malos tratos desde muy crías. A Pinki estuvieron a punto de venderla a la mafia para que la prostituyeran. Ella es consciente de todo esto.

El que sean niñas no ayuda mucho. Ser pobre es muy malo, en India si ademas eres niña, aún peor.

A las niñas hay que casarlas y para casarlas hay que entregar una dote. Si no hay dinero no hay dote, sin dote no hay casamiento, sin casamiento estás condenada al rechazo de por vida, primero en tu casa, despues en la calle.

Estas niñas, al igual que la mayoría, han crecido en entornos carente del mas mínimo afecto. Todo ello lo encuentran con Amavida y es increible ver con que gusto lo reciben.

Hace un par de años hablé con Pinki a través de skype. Nos conocimos, ella le puso cara a su padrino y le prometí que iría a verla. Desde ese momento Ana me decía que contínuamente Pinki preguntaba: "when is Uncle coming?"

Estos niños tienen en el horizonte la idea del padrino como una idea de salvación. 

La niña apadrinada por Xavi y Lucía, unos amigos de Ibiza, está contínuamente diciendo que cuando cumpla 18 años se va a ir a vivir con sus padres de España. Qué poco resulta a veces dar ilusión a un niño, menos de lo que creemos.

Ahora que estoy disfrutando de este maravilloso proyecto, me estoy metiendo en su funcionamiento desde dentro. Cada día de los que llevo aquí han ocurrido cosas nuevas. Acudo con Ana a reuniones con las madres, con el administrador, con el contable, con los profesores etc... Escucho los problemas que surgen y veo como los resuelven. Veo lo complicado que resulta sacar adelante día a día tantas vicisitudes y sin embargo, aquí están un grupo de mujeres, encabezadas por Ana y Mimi, defendiendo el "fuerte" ante cualquier ataque o necesidad de última hora. Estas mujeres tienen una fortaleza digna de admirar. Estas mujeres están hechas de otra pasta, ¿o lo están todas las mujeres?

Pinki y Rinki pertenecen a este grupo de luchadoras.