PRIMER DESTINO : KOLKATA (CALCUTA)
Lo primero que llama la atención cuando llegas a Calcuta es la marea humana. Gente por todas partes, gente caminando, gente en coches, en taxis, en autobuses, gente parada o gente comiendo, gente que sube , gente que baja, gente que va y gente que viene. Gente.
Calcuta es una ciudad viva cuyos habitantes son como células que ponen en funcionamiento el corazón de una ciudad que late sin parar a un ritmo desenfrenado.
El tráfico caótico pero controlado, el ruido de las bocinas de los coches, de las motos, de los autobuses, de los ricshaws, la suciedad desperdigada por todos lados, gente hacinada en cualquier rincón, gente que cocina en medio de la calle, que come, que se viste, que se lava, que orina y defeca como si esta fuera la casa de todos, casa sin techo, sin paredes y sin puertas, donde la intimidad, la privacidad y el espacio pierden su significado.
Calcuta vive ajena a la pobreza, a la riqueza, a los slums y a los edificios de lujo que como si de Torres vigías se tratara, separan dos vidas tan opuestas y a la vez tan parecidas que te ves entrando y saliendo de ellas contínuamente con tanta facilidad, que consigue acabemos haciéndolo cotidiano.
Nunca la pobreza y la riqueza estuvieron tan cerca.
En India tienes que despejar tu mente y olvidarte de lo aprendido, de lo que conoces, de aquello que te enseñaron como única posibilidad, porque en India todo es posible y no poer ello es mejor ni peor, simplemente ES.
1 comentario
Fernando M. -
Un abrazo desde NJ.