AMO A MI COCHE
Tengo 44 años y nunca tuve un coche. Hasta ahora.
Debo confesar que nunca lo necesité. Si ya me costaba guardar las cosas que iba acumulando de viajes, ciudades, vidas diferentes, como iba a guardar un coche.
Cuando cumplí 18 años ni se me pasó por la cabeza sacarme el carnet de conducir.
En mi adolescencia los amigos que me rodeaban se preocupaban por dos cosas, sacarse el carnet y perder la virginidad. En ese orden.
A mi nunca me interesaron ninguna de las dos cosas.
Fui el primero de mi grupo en perder la virginidad y el último en tener un coche.
Desde hace un año vivo entre El Puerto de Santa María en invierno, e Ibiza en verano.
Un día me cansé de vivr en sitios diferentes, así que decidí que con dos tendría bastante.
Cuando me mudé a El Puerto, desde donde escribo, pensé que había llegado el momento de comprármelo.
Estuve mirando coches nuevos, ofertas que salen en época de crísis cuando nadie compra coches, e incluso esos llamados Km 0.
Nada. Me parecía un gasto innecesario. El coche es un artículo de lujo.
Decidí mirar coches de segunda mano. Algo bueno, bonito y barato. Nada fácil.
Miré, busqué, probé, pero no daba con el adecuado. Hasta que apareció él, MI COCHE.
Tengo un Fiat Seiccento color azul metálico, con la pintura del capó y del techo descascarillada que me costó 1000€.
Nunca pensé que alguien pudiera tener sentimientos hacia algo inanimado, pero yo si lo tengo.
Amo a mi coche. Es chiquitito, viejo y barato, pero me lleva a todos sitios.
Me lo llevé hasta Denia y allí cogí el barco hacia Ibiza. Me ha acompañado todo el verano en la Isla. Hemos vuelto a Denia, de Denia a Madrid y de Madrid al Puerto de Santa María.
Mi coche no corre mucho y cuando está muy lleno le cuesta subir las pendientes.
Había pensado pintarlo, cambiarle las fundas de los asientos, arreglarlo un poco, pero no lo voy a hacer. Mi coche es así y así es como a mi me gusta, no puedo cambiar algo que me gusta.
Cuando venía desde Madrid, 5h y 30 min, 650 kmts aprox, si si, a una media de 120 km/h, me puse a pensar en algo.
Empecé a comparar mi coche con el amor.
Muchas veces uno no deja enamorarse porque sin conocerla, piensa que la persona que tiene enfrente es demasiado fea, o demasiado vieja o demasiado algo. Siempre buscamos excusas para no enamorarnos, siempre pensamos que hay alguien mejor y mientras tanto, vamos andando a todos lados.
Yo pienso que con las personas debe pasar como con mi coche. Al principio quieres conocer a alguien porque no quieres estar solo. Ya has estado solo mucho tiempo y decides que no te apetece caminar más, que lo que te apetece es conducir.
Cuando empiezas en una relación, a lo mejor a priori no te parece la mejor, pero cuando entras en ella te das cuenta que son otras las satisfacciones que te da y que están por encima de la belleza, la riqueza, en definitiva las cosas materiales y mas banales.
La belleza como el amor se ve con el corazón y no con los ojos. Cuando te descuidas y bajas la guardia, eres mas consciente de lo importantes que son muchas de las personas que te rodean. Por el mero hecho de que sabes que van a estar ahí siempre, ni te planteas lo importantes que son , pero hay que hacerlo, hay que pararse a pensar de vez en cuando lo agraciados que somos por tener esas personas y esas cosas que nos hacen la vida mucho mas fácil y llevadera.
Yo Amo a mi coche
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