La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
Steve Jobs nos ha dejado.
La biografía de este hombre, un jóven de 57 años que a los 30 ya había creado Apple, no tiene desperdicio.
Nació de una adolescente que lo dio en adopción a una pareja de clase media que prometió a su madre biológica como condición que Steve iría a la Universidad. Y fue. No duró mucho, 10 meses.
Si algo aprendió en esos meses fue que solamente iría a las clases que le interesaran, y así hizo.
El resto del tiempo se encerró en su garaje con un amigo y creó el Imperio que todos conocemos.
No importa de donde provengas, lo que estudies, lo que hagas, siempre y cuando lo hagas con amor, con pasión. Así decía Steve. En la vida hay que seguir nuestros impùlsos, arriesgarnos, no tener miedo y siempre tener claro que al final del camino nos espera La Muerte para quitarnos todo aquello que hemos conseguido y dejarnos entrar desnudos en su terreno.
Steve, estés donde estés, estoy seguro habrás llevado todo ese equipaje que no se ve que no pesa y que solo se consigue cuando se han hecho las cosas con corazón.
Descansa en paz.
LA MUERTE TIENE TAN CLARO QUE NOS GANARÁ, QUE NOS DEJA LA VIDA DE VENTAJA.
1 comentario
Fernando M. -
Gracias por regalarnos este "Post" que le leere a Lucia esta noche.
Ya empezabamos a "echarte de menos".
Un beso.