EL PRINCIPITO

La primera persona que me regaló el Principito fue Teresa, digo la primera porque después de ella vinieron algunos más.

El Principito es un libro con un sentido especial para el que lo regala y que siempre recibí con agrado, como si fuera el primero.

En la dedicatoria de Teresa, me traslado a Julio del 93, se puede leer: Todo el amor que encontrarás en este libro, es el que yo te dedico. Te quiero. Teresa.

Han pasado casi 20 años de la primera lectura, la última la hice ayer.

Retomar este libro de vez en cuando, dependiendo del momento personal en el que estés, es una maravillosa terapia que recomiendo a todo el mundo.

Desde la primera página hasta la última, esta fábula atemporal nos lleva, de la mano del pequeño Príncipe, a lugares donde "lo esencial es invisible a los ojos".

Que razón tiene Antoine de Saint Exupéry al enseñarnos que al entrar en el mundo de los adultos perdemos la capacidad de ser libres, de decidir por nosotros mismos.

El mundo de los serios, de los programados como él los llama, de seres que se creen con el poder de la verdad, de la razón, seres que creen que son lbres pero que lo único que hacen es transitar rutas pre establecidas.

En el viaje de su planeta a la tierra, el principito pasa por unos cuantos planetas en los que se encuentra a un rey sin vasallo que a pesar de todo piensa que todos los hombres , sean los que sean, lo son, a un vanidoso que solo atiende a las albanzas, a un borracho que bebe para olvidar la verguenza que le produce ser un borracho y la de un hombre de negocios que lo único que le interesa es poseer cada vez mas para pasarse todo el tiempo contando sus riquezas.

Por último se encuentra en un planeta con un farolero, que lo único que hace es encender y apagar el farol según sea de día o de noche, el único que se ocupa de algo más que de sí mismo.

Así es como llegamos a la conclusión de que la vida no tiene sentido si no se ama, y amar no es otra cosa que preocuparse por otro.

Leer El Principito de vez en cuando, regalar su lectura a otros, no se necesita mas de una hora y sin embargo, su efecto perdura toda vida.

"Lo que hace hermosas a las cosas y a las personas es algo invisible, los ojos no siempre ven, hay que buscar con el corazón."