DESDE BUENOS AIRES, CON AIRES NUEVOS
Durante muchos años he estado buscando mi lugar en el mundo, he viajado, vivido en diferentes lugares, conocido a personas de diferentes países, he aprendido de otras culturas, pero de todo eso que he tenido la suerte de sentir, me quedo con lo mas importante, LAS PERSONAS.
No importa de donde seamos, si somos blancos, negros, mujeres, hombres, judíos, católicos, gays, heteros, repúblicanos o demócratas, las personas, somos todas las mismas.
Ni la lengua, ni las costumbres o la educación, hace desaparecer ese vínculo que nos une al resto del mundo y que no es otro que nuestro corazón o, digámoslo de otra manera, nuestras emociones.
Todas las personas saben de soledad, de amor, de desamor, de alegrías, de tristezas, de pérdidas y de encuentros, de deseos, de celebraciones, en definitiva, todas las personas tenemos emociones, y es en el momento en el que interactuamos con ellas cuando mas nos acercamos los unos a los otros.
Yo me he pasado muchos años viviendo ajeno a mis propias emociones, he estado mas preocupado en las emociones de los demás, apoyando, cuidando, queriendo a todos menos a mi, y es en el momento en el que me doy cuanta de ello cuando mi mundo real, el interior, se desmorona.
Uno puede tener el mejor trabajo, la casa mas bonita, el último modelo de coche, pero a la hora de la verdad, si uno no se tiene a si mismo, no tiene nada de nada.
Eso lo se ahora, lo se porque me di cuenta, a tiempo, de que tenía un gran vacío emocional en mi interior que me ha hecho ver que nada de lo que tengo merece la pena si no soy capaz de interactuar de verdad con mis emociones y con las de los otros.
Si existe la pirámide de Maslow para las necesidades, yo la de las emociones la estoy llenando de la siguiente manera:
- Primero, en la base de todo, debe estar el amor a mi mismo. Me tengo que querer y aceptar como soy, ya que voy a estar conmigo mismo el resto de mi vida, por lo que cuanto antes lo entienda, mas feliz seré.
- Segundo pongo el amor de mi familia, de donde vengo, de donde pertenezco donde probablemente acabaré yendo.
- Tercero el de mis amigos, esos que han estado haciendo el camino conmigo durante tanto tiempo, que te quieren y te aceptan a pesar de todo. Que son capaces de entender, perdonar y aceptar.
- Cuarto, mi pareja, cuando la tenga, la persona que yo elegiré y que me elegirá a mi para hacer parte o todo el camino juntos.
A partir de ahí podré empezar a dejar que el resto del mundo me quiera, será bienvenida cualquier muestra de afecto, siempre habrá un espacio dentro para todo aquel que quiera demostrarme sus afectos.
Si algún día dejan de dármelo siempre tendré a mi pareja. Si mi pareja me deja tendré a los amigos. Si los amigos se dispersan y dejamos de vernos por razones que ahora no se me ocurren, siempre estaría mi familia, y si algún día desapareciera mi familia, cosa díficil ya que somos muchos y sería muy pretencioso por mi parte el pensar que seré yo el que les sobreviva a todos, siempre me quedará el amor que estoy aprendiendo a tener hacia mi mismo.
Desde aquí animo a todos a que hagan su propia pirámide de prioridades emocionales, al final, todo tiene que ver con los afectos.
Os quiero a todos los que leeis mi blog, a los que lo leereis en algún momento y a aquellos que ni lo leen ni tienen ningún interes.
AMOR, mucho AMOR, ese es mi regalo para todos.
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MACARENA -