STOP THINKING
Hay veces que no podemos dejar de darle vueltas a pensamientos absurdos, sin sentido, siendo conscientes de que nada de lo que pensemos nos va a llevar a una solución, aún así seguimos erre que erre.
Es como una vocecita interior que está ahí desde que nos levantamos diciéndonos lo que tenemos que hacer y lo que nó.
Esa vocecita a veces se convierte en una pesadilla de la que no podemos deshacernos, es como en esa película donde Freddy aparecía cada vez que te quedabas dormido y todos tus sueños eran unas pesadillas en las que tenías que escapar del Sr Krugger.
Sabías positivamente que si te quedabas dormido, Freddy Krugger aparecería, y aunque aguantabas y aguantabas hasta que no podías mas, al final el sueño te vencía.
Con el pajarito carpintero en la cabeza pasa exactamente lo mismo, sabes que una vez que empiece ya nunca se irá, porque inevitablemente pensamos: "no se va, no se va, no se va...", y al final, no se va.
Ese es el error, trabajar en contra de nuestra voluntad. Al pajarito no hay que hacerle caso, al final acabará volando a otra cabecita y dejará la tuya en paz.p>
Yo últimamente me estoy agobiando en lugares cerrados, me entra claustrofobia, y antes de entrar en sitios cerrados ya pienso que me voy a agobiar y claro, ahí está ese pajarito.
Estoy ahora en Santiago de Chile. Ayer visité Valparaiso y Viña del Mar, estuve en la playa.
El 31 lo celebré con gente de Alemania, Perú, USA etc ... en el Hostel donde me alojaba.
Para llegar a Santiago tuve que tomar un bus desde Mendoza que me cruzaría los Andes para pasar a Chile. El viaje, supuestamente, era de siete horas, pero debido al tráfico de esas fechas, se demoró cuatro mas.
Yo a las tres horas de estar parado en medio de la nada empecé a agobiarme. Me empezó a latir el corazón fuerte, me empezaron a sudar las manos y lo peor de todo, el pajarito carpintero se posó en mi cabeza.
"Te vas a desmayar, te está entrando claustrofobia, no puedes salir, no puedes bajar..." Y yo cada vez peor.
Bajé al baño y me puse agua en la nuca, me intenté relajar y subí a mi asiento que estaba en el piso de arriba en la parte de atrás. Cada vez que iba al baño todo el autobús era consciente y creedme, fui muchas veces al baño.
Volvía a mi asiento y miraba por la ventana hablándome para calmarme, diciéndome que todo estaba bien, que el paisaje era muy bonito, que no se me iba a pasar nunca, que me faltaba el aire, que mi corazón latía cada vez mas fuerte, y entonces era consciente de que el que hablaba era otra vez el pajarito.
Así hasta que llegamos a la frontera y pude bajar del bus. Me calmé. Respiré profundamente el aire limpio de los Andes y dos horas después subí al bus.
Había un matrimonio mayor en los dos asientos contiguos, el mío era individual. Al sentarnos, el marido me preguntó si me encontraba mejor. Yo le dije si se había notado mucho y el me dijo que no había parado de moverme desde que me subí al autobus.
Le conté que me estaban dando últimamente episodios de ansiedad que no reconocía, algo nuevo, y que en situaciones así , al no poder hablar de ello por viajar solo, la cosa se me iba de las manos. El señor me dijo que no estabamos solos en el mundo, que aunque pensáramos que estabamos solos siempre hay personas cerca dispuestas a escucharnos, y que si en algún momento me encontraba mal, que se lo dijera y él me escuchaba.
Desde ese momento, desde el momento en el que me dijo que no estaba solo, en ese momento fue cuando empecé a disfrutar del viaje.
Todo esto lo cuento porque quería contar que los Reyes Magos han llegado este año a mi vida un poco antes y me han traido un regalo especial, que no es otra cosa que la posibilidad de poder viajar durante todo un año gratis a cualquier destino del mundo.
Es un regalo que siempre desee, pues para mi, viajar alrededor del mundo siempre ha sido uno de mis grandes deseos.
Justo estoy teniendo estas crisis que no se como se me van a quitar, pero, "A DIOS PONGO POR TESTIGO" que por la cuenta que me trae ya pueden irse con el pajarito carpintero a tomar por culo, porque pienso viajar en un año mas de lo que he viajado en mi vida, y los que me conocen saben que he viajado mucho.
Por lo pronto me he atado los machos, me he liado la manta a la cabeza y estoy en el aeropuerto de Santiago camino de Madrid y de ahí a Jerez, para darle una sorpresa a mi madre. Eso si, me acabo de tomar un lexatín, anxiolítico, por lo que pueda pasar en estas 14 horas de viaje.
Por lo pronto el pájaro no apareció.
2 comentarios
Encarna -
Namaste
Fernando M. -
Eso de pensar y darle la sorpresa a tu madre en ese viaje hace que sigas en boca mia cuando hablo de lo lindo que es vivir.
Si puedes, dale un beso a mi tia, pues este a~no no ha habido una tarjeta de felicitacion de navidad nuestra en su mesa.
No estas solo, pues yo te llevo conmigo.
Un beso primo.