CAPITULO 20.SAN FRANCISCO.
El viaje en coche desde Santa Barbara prometia ser una de las maravillas. Lo hariamos, los dos Chilenos y yo , por la carretera de la Costa. Se tarda mas, pero todos coincidian en que la experiencia seria inolvidable. Creedme, lo es. Recordare ese viaje durante mucho tiempo.
No es recomendable viajar despues de haber dormido 3 horas, aunque si el que conduce es otro, tampoco importa. Lo que si importa es que tienes una resaca del carajo, te lo bebiste todo la noche anterior, y la cabeza te va a estallar. Hasta ahi todo bien.
Cuando nos adentramos en la ¨maravillosa¨carretera de la costa, aquello se convirtio en una verdadera pesadilla.
Tuve la brillante idea de comer algo para llenar el estomago y que asi el dolor de cabeza desapareciera. Grosso error.
La carretera estaba llena de curvas de 90 grados minimo, una detras de otra. Yo iba en la parte de atras, dando bandazos continuamente de un lado a otro. No podia sujetar mi dolorida cabeza y el estomago empezaba a revolverse. Fueron las cuatro, digo bien CUATRO, peores horas de toda mi vida, solo comparables a las cuatro horas que duraba el Musical Hoy No Me Puedo bla bla bla...
Sobrevivi y llegue a San Francisco.
Cuando llegas a esta ciudad se te quita el dolor de cabeza, el estomago se pone en su sitio, y la cara de tonto ante tanta mravilla vuelve a aparecer.
Tuve la suerte de que me esperaba un Hotel de 5 estrellas, el Intercontinental, por dos noches. Paddy, el marido de Sam, coincidia que venia a SF a trabajar y me invito a que me quedara con el en su habitacion.
El trato que estoy recibiendo por esta familia es inaudito.
Salimos a cenar a un Restaurante Chino en Chinatown, y acabamos en la planta 19 del Hotel, en el Lounge, tomando unos mojitos. Es una sala que tiene una vista de 360 grados y desde donde ves todo SF iluminado por la noche. Era un sueño.
A la mañana siguiente fui a patearme la ciudad. Una maravilla. Union Square con sus tiendas, me recordaba un poco a Picadilly Circus. Me fui caminando por la bahia hasta llegar a Fishermans wharf, un sitio en el puerto muy popular, donde hay familias de focas que viven en el mismo puerto.
Lo mejor patearse la ciudad, mirar, observar, escuchar...todos los sentidos se te despiertan a cada paso que das en esta ciudad.
Anoche cenamos, con Paddy, en un restaurante Español, a el le apetecia. Comimos un revuelto de gambas, unos calamares a la romana, unas aceitunas y una sangria...y OLE. El sitio muy fancy, pijo, bonito, en una zona cara.
Luego fuimos a un club a tomar una copa y, aqui estamos con lo de siempre, por ahora no hay nada que supere a España.
Bueno, os dejo que me voy a cruzarme el Golden Gate. Por cierto, no sabeis la suerte que estoy teniendo con el tiempo. Es excelente.
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